
Balada de Caperucita (fragmento)
Federico García Lorca
Y en el agua se marcha Caperucita roja,
en un lecho de espumas, de lirios y canciones,
dejando todo el bosque manchado de miradas
como gotas de luna o de estrellas sin nombre.
Llévame con el agua, Caperucita dulce,
Arráncame del pecho la flor de mis pasiones.
Hazme que viva el cuento de tu vieja casita.
Desde niño me encanta tu aventura del bosque.
Búscame las perdidas botas de siete leguas
Para escapar del reino trágico de los hombres
Y aguárdame sentada en la gloria del cuento
Junto con Pulgarcito y Cenicienta. Y gocen
Mis ojos contemplando tus ojos candorosos
Que no tuvieron nunca enfermedad de amores.
Llévame con el agua, Caperucita dulce,
La Balada de Caperucita, redactada en los primeros meses de 1919, permaneció inédita hasta ser recogida, en 1994, en la edición de Christian de Paepe (Poesía inédita de juventud, Madrid. Cátedra. 1994 pp. 482-506). Es un extenso poema de 568 versos, que el autor dejó inconcluso. La Balada es una amalgama de componentes literarios, del relato popular, del cuento, de experiencias personales, de temas religiosos... que se recombinan en una llamativa reelaboración poética y narrativa, en la que lo maravilloso responde a concepciones tomadas de una imaginería popular, pero también de modelos de la cultura definida como clásica. A. Mendoza (1998): «La imposible infancia recobrada de Federico García Lorca: Las claves en La Balada de caperucita», en P. Guerrero (ed.) Federico García Lorca en el espejo del tiempo. Aguaclara. Murcia, pp. 67-102.
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